FitBit, un WiiFit en el bolsillo

FitBit, un WiiFit en el bolsillo
Para todos los que me siguieron durante mi penoso mes de ejercicio, una breve actualización sobre mi vida: me he convertido en un asiduo al gimnasio. Durante el mes de agosto he ido prácticamente todos los días durante dos horas. ¿Efecto sobre mi forma física? Más bien poco. Tengo algo más de músculo, algo menos de grasa –mi IMC está a punto de entrar en la zona de la normalidad, ¡aleluya!- pero la experiencia demuestra que incluso en dos horas de gimnasio se puede hacer poco o nada cuando tu mejor habilidad resulta ser, como es mi caso, la procrastinación (y como dice el chiste, los procrastinadores somos los líderes del mañana).

Culpo, en parte, a la piscina que hay en la azotea - adivine dónde he pasado la mayor parte de esas dos horas-. He sacado pocos abdominales pero tengo moreno de millonario de la costa azul (plus para el nuevo blog). Culpo también al hecho de que correr en una cinta sea tan emocionante como ver un cubo de hielo derritiéndose en un vaso de agua, incluso si tienes una televisión con cable integrada y un cuadro de mandos digno de Star Trek.

Dicho esto, traigo hoy el tema al blog porque parece que el mundo de la electrónica sigue teniendo puentes hacia el de la forma física. La semana pasada, durante las jornadas Techcrunch 50 FitBit consiguió la atención y aplausos de varios asistentes. Piense en él como un podómetro 2.0, un sensor dotado de acelerómetros que se engancha a la ropa y memoriza todos los movimientos del día. Al llegar a casa, y según nuestro peso y altura, es capaz de calcular las calorías quemadas y el patrón de ejercicio —qué horas del día han sido las más activas, por ejemplo-. Los datos se envían de forma inalámbrica al PC y de ahí a una web de seguimiento, con consejos, frases de motivación, opciones de dieta -control de calorías a ingerir- y ese aire de red social que hoy en día tienes que darle a todo si pretendes conseguir algún inversor de capital riesgo.

Puestos a rizar el rizo, los responsables de FitBit dicen que es capaz incluso de medir el ritmo y la calidad del sueño. Enganchado al pijama podrá decir cuándo caímos dormidos —ej: 23 minutos después de acostarnos. Es una de las dudas existenciales que he tenido desde pequeño-, las veces que nos despertamos y movimos en la cama —ej: 12 a lo largo de toda la noche- y finalmente la hora a la que nos levantamos de la cama para ir a la ducho o lo que sea y el cálculo final de horas de sueño reales.

FitBit es la prueba de que los acelerómetros son como la cinta aislante, sirven para todo. El sensor costará 100 dólares y estará a la venta a partir de 2009. La idea parece fantástica, ¿o no?

PS: El jueves pasado indiqué que el precio del ratón Arc de Microsoft sería de 79 euros. ¡Mentira! El ratón costará 59 euros cuando salga a la venta. Fallo mío.