ETA quiso asesinar a guardias civiles con dos bombas trampa en Navarra

ETA quiso asesinar a guardias civiles con dos bombas trampa en NavarraA. LARDIÉS. PAMPLONA.

ETA intentó asesinar ayer a agentes de la Guardia Civil
mediante la colocación de dos bombas trampa en un repetidor de
televisión ubicado en un monte contiguo al municipio navarro de
Lapoblación.
El plan de los etarras consistía en que estallara
primero uno de los artefactos y, cuando los agentes se dirigieran a
comprobar los daños, hiciera explosión el segundo, que iba cargado con
metralla y estaba colocado a la altura de la cabeza, para causar el
mayor daño posible. Pero los perversos planes etarras fallaron, ya que
la primera bomba no funcionó y sólo se activó, a las once de la mañana,
la que debía hacerlo en segundo lugar.
Fue un montañero quien, al escuchar la explosión, avisó
a la Guardia Civil. Al inspeccionar la zona, los especialistas del
Instituto Armado descubrieron que la primera bomba había fallado y la
neutralizaron. Además, los agentes hallaron también dos carteles, uno
con el texto «peligro bomba. ETA» y el otro, en euskera, «ez ikutu» (no
tocar). La explosión apenas afectó al repetidor y no causó daños
personales.
Los terroristas habían colocado los dos artefactos, que
podrían contener amonal, y los carteles en una caseta que alberga
equipos de transmisión de telefonía situada en un monte, a unos
trescientos metros de distancia del núcleo urbano de Lapoblación. El
«modus operandi» de esta acción criminal es parecido al que los
terroristas usaron el pasado 23 de febrero, cuando colocaron una
bomba-trampa contra la Ertzaintza en un repetidor de televisión situado
en el monte Arnotegui de Bilbao. El artefacto, con cinco kilos de
cloratita, estalló dos horas después de lo anunciado por ETA, mientras
un robot de la Policía autonómica lo inspeccionaba. Además, el pasado
30 de marzo fue el repetidor de Erlo, en el monte Ozarraiz de la
localidad guipuzcoana de Azpeitia, el atacado con otra bomba de ETA que
contenía tres kilos de amonal.
Cerca de Logroño
El lugar del atentado de ayer está situado entre los
municipios de Lapoblación y Meano, en la comarca de Tierra Estella. La
instalación, que tiene cuatro antenas de comunicaciones que dan
servicio a los bomberos, Radio Nacional de España, ETB-2 y la autopista
Vasco-Navarra, está ubicada a escasos cincuenta metros de la carretera.
Lapoblación es un minúsculo municipio de unos 200 habitantes situado en
la zona del extremo occidental de Navarra, casi lindando con La Rioja
-a unos 20 kilómetros de Logroño- y Álava. Esto hace pensar que los
etarras que actuaron ayer pueden ser los mismos que el 21 de marzo
robaron un coche en un monte alavés y lo utilizaron para perpetrar el
ataque contra la Casa Cuartel de Calahorra, atribuido al «Vizcaya». El
de ayer es el primer atentado que se registra en Navarra desde hace
nueve meses.