En La Lagunita ocurren dos secuestros express al día

CARACAS.
El repunte es de marzo y presumen que son tres bandas las que operan
En La Lagunita se siente el miedo de los moradores por la avalancha de crímenes que allí se han vivido. Ya no son sólo los asaltos intempestivos dentro de las casas en las madrugadas los que preocupan a los vecinos; ahora se sienten perseguidos porque desde el 24 de marzo, son víctimas de un repunte de secuestros express.

Según las estadísticas que manejan expertos en negociación con secuestradores, desde Semana Santa ocurren dos plagios diarios. Sólo dos personas han logrado evadir el rapto, pero de ellos sólo una resultó completamente ilesa. Al otro residente, un prestigioso médico que vive en la zona, tenían el propósito de impedirle la huida y le dispararon con armas tan potentes que atravesaron el carro que manejaba y lo hirieron. Aún con las piernas lesionadas logró escapar. Por miedo, cada una de las víctimas pidió mantener su identidad en el anonimato. También pidieron que se reservaran los detalles que creyeron podrían identificarlos.

Entre los primeros plagios, según explicó una vecina, figura uno ocurrido a finales de marzo, a las 10:30 de la noche. Una camioneta intentó interceptarla en la avenida Central, pero ella logró esquivarlo y huir. Llegó hasta la sede de Asopar (Asociación de vecinos de La Lagunita) y advirtió a los vigilantes que allí estaban. Cuando los guardianes salieron, los delincuentes, que iban en una camioneta escaparon rápidamente.

Al día siguiente, también cerca de las 10:30 p.m., en la misma calle, interceptaron a otro residente. A este lo persiguieron desde Las Mercedes y justo cuando se detuvo frente a su casa para entrar, le chocaron el carro. Esta persona está asegurada contra secuestros y su hermano también. A su familiar ya lo habían secuestrado dos veces, también en La Lagunita, pero antes de esta nueva ola de plagios.

A otros los han secuestrado mientras hacen ejercicios en las mañanas por la avenida Central y por la Sur. A ellos los obligan a montarse en un vehículo desconocido. Las horas más vulnerables son desde las 9 de la mañana hasta las 12 del mediodía. A otros los han interceptado en los estacionamientos de sus propios edificios y se los llevan en sus propios carros.

Estos patrones se repiten en todos los casos. Se presume, por los testimonios de las víctimas, que puede tratarse de tres bandas. Cada una, al parecer, está asesorada por personas vinculadas a cuerpos de seguridad o empresas aseguradoras. Eso es lo que creen funcionarios policiales que investigan el caso. Se investiga la posibilidad de que uno de los líderes de uno de los grupos, trabaje o esté vinculado a una empresa de seguridad o de seguros, por la precisión a la hora de escoger a las víctimas. A uno de los secuestrados, su plagiario le confesó que hacía aquello porque el sueldo del mes no le alcanzaba y debía "redondearse" saliendo una vez a la semana a secuestrar gente.

Robo en casas y en la vía En este tiempo también volvieron los robos en las casas. Según la asociación de vecinos, tres familias fueron víctimas de los "Quinteros" y dos de ellas por grupos distintos que tienen modalidades similares.

Entran pasadas las 12 de la noche, y despiertan a los dueños con el frío del cañón pegado a la sien. Unen a toda la familia en el cuarto principal los amordazan y amarran con corbatas y trenzas de zapato y cargar con todo lo que haya de valor. Huyen con los carros de los dueños de las casas y los abandonan en la misma urbanización.

También se ha denunciado el recorrido de grupos de motorizados que recorren la urbanización para cometer delitos comunes. Ellos roban celulares, arrebatan iPods, carteras y bicicletas. Los moradores que contaron esto sólo insistieron en que se sienten perseguidos, presos, inseguros. "Ni siquiera en nuestras casas podremos dormir tranquilos", aseguraron, con una profunda desesperanza.