Graba en vídeo la pérdida de combustible de un avión y salva a todo el pasaje

* Bartek Bachleda, un pasajero del vuelo, se dio cuenta de la pérdida en el momento del despegue.
* Decidió grabarlo en vídeo para aportar credibilidad a su testimonio.
* El piloto le confió posteriormente que, en esas condiciones, no habrían conseguido llegar hasta Japón.
20MINUTOS.ES. 24.05.2009 - 12:54h

Bartek Bachleda, un sargento de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, viajaba en avión cuando se percató de lo que le pareció una importante pérdida de combustible. Gracias a esto, los 300 pasajeros que le acompañaban en el mismo vuelo, que hacía el trayecto Chicago-Japón, salvaron sus vidas.

Según informan desde mailonline, Bachleda, considerado ahora un héroe, notó la pérdida en el momento del despegue, "lo vi en el lado izquierdo del avión, justo debajo del ala" . Al principio, no quiso alarmarse y esperó a ver si aquéllo era sólo una percepción suya. Sin embargo, después de una hora, y al ver que la pérdida no cesaba, ya estaba seguro; por ello se apresuró a decírselo a una azafata, quien no hizo caso a la alerta del pasajero, achacándolo a un ataque de pánico.
La azafata, al principio, no hizo caso a la alerta del pasajero
El avión estaba perdiendo cerca de 3000 kg de fuel por hora. Ante la indiferencia de la azafata, el pasajero decidió capturar la escena en vídeo, y así aportar credibilidad a su testimonio. Armado con el material, se dirigió de nuevo a la azafata diciendo "Señora, se trata de una emergencia". Se identificó y le mostró el contenido del vídeo.

"Se puso muy seria y dejó de servir bebidas", declaraba Bachleda; "Le dije que tenía que informar al capitán antes de que cayéramos en el Océano", continuaba.
El avión estaba perdiendo cerca de 3000 kg de fuel por hora

Poco después el capitán se acercó al asiento de Bachleda para ver el vídeo. A continuación, el piloto daba el aviso de que el avión se desviaba a San Francisco, para un aterrizaje de emergencia. "Cuando aterrizamos, toda la tripulación me lo agradeció", contaba Bachleda, al que poco antes el piloto le había asegurado que, en esas condiciones, el avión nunca habría llegado a Japón.
El sargento no ha revelado el nombre de la compañía aérea con la que volaba; y en señal de gratitud, él y su acompañante fueron obsequiados con dos billetes en primera clase para el siguiente vuelo.