Continúa la fiebre de los sorteos por la crisis

D. ROJO / A. MARTIN. 12.01.2010


Poco podía haberle hecho presagiar que acabaría sorteando su negocio. Pero, ahogada y desesperada por las deudas, Amaya Alonso no encuentra otra solución para hacer frente a la hipoteca del supermercado que regenta en la localidad granadina de Almuñécar. "Ésta es la última baza que me queda por jugar", afirma Amaya, que se ha inspirado en unaexperiencia similar realizada en un bar de Cuenca.
Ésta es la última baza que me queda por jugar Hace cuatro años esta bilbaína afincada en Madrid decidía dar un giro a su vida.
"Yo estaba muy agobiada y mi hermana, que vivía en Almuñecar, me animó
a trasladarme", explica. Amaya dejó su empleo en la capital española y
encontró un nuevo trabajo en este municipio costero, donde poco después
instalaría su supermercado, K'Amaya.
Pero la crisis no tardó en hacer mella en el negocio y el año pasado resolvió ponerlo a la venta en unas 50 inmobiliarias de toda la costa. "No he tenido ni una sola llamada. Los bancos no dan dinero y la gente no puede meterse en nada", se lamenta.
"Me vine de Madrid para tener calidad de vida en
este pueblecito, pero vivo estresada pensando en hacer cuentas",
asegura. Decidida a acabar con esa situación, Amaya ha puesto a la
venta 6.000 papeletas a 100 euros, que pueden adquirirse en el establecimiento y a través de la web que ha creado. "El teléfono no para de sonar mientras estoy atendiendo en la tienda", destaca.

"De autónoma no volveré a estar"
El sorteo se realizará ante notario el próximo 7 de julio, aunque para ello requiere la venta de todas las papeletas. "Si entonces no he vendido todas, se prorrogaría otros seis meses. Y si entonces tampoco se consigue, se devolvería el dinero a todos los participantes", detalla la propietaria del negocio.
Un trabajillo mínimo me sale, con poquito me conformo La cifra obtenida de la venta íntegra de las papeletas se dividirá en dos partes: cerca de 400.000 euros se destinarán al pago de la hipoteca del negocio y más de 200.000 irán a parar a Hacienda y a Loterías y Apuestas del Estado, según revela.
Pero Amaya no se agobia por el futuro "mientras no tenga la hipoteca". "Un trabajillo mínimo me sale, con poquito me conformo. Pero de autónoma no volveré a estar", concluye.