El juzgado de lo Penal número 1 acogió ayer la última jornada del juicio contra cuatro vigilantes de seguridad de un centro comercial de la zona norte a los que se les imputan varios delitos de lesiones sufridas en las personas de los jóvenes, Antonio M.C.G. y María A.Z.F., a los que también se les imputa una falta de hurto en grado de tentativa además de los delito de lesiones, malos tratos e injurias y vejaciones (al primero) y de malos tratos (a la segunda). También se sentaba en el banquillo un tercer joven, Rafael R.C., al que se le imputaba una falta de malos tratos.
Los hechos juzgados se remontan a noviembre de 2003, cuando tras ser sorprendidos por dos vigilantes de seguridad los jóvenes Antonio M.C.G. y María A.Z. al intentar hurtar dos botellas de whisky de un centro comercial, fueron conducidos a las oficinas de seguridad en donde se produjo una
trifulca. La acusación particular patrocina a uno de los vigilantes involucrados en la misma y que acabó sufriendo un traumatismo en la nariz debido a un supuesto cabezazo de Antonio. Los jóvenes, por su parte, señalan todo lo contrario, afirmando que fueron los vigilantes los que les agredieron.
En su declaración, Antonio, que por entonces contaba con 19 años, señaló que una vez fueron sorprendidos por los vigilantes, éstos ya les mostraban una actitud "despectiva".
Una vez dentro de la oficina de seguridad, los vigilantes les pidieron la documentación. Antonio no la tenía, pero indica que "les facilité mis datos y además les dijimos que pagaríamos las botellas". Tras el anuncio de que se iba a llamar a la policía, los vigilantes indican que Antonio empezó a proferir insultos y a intentar escapar, mientras que el joven señala que eso se debía a las agresiones que estaban sufriendo: "María se estuvo zafando de las agresiones, pero con una manita de niña de 19 años no podía hacerle daño a nadie", afirmó. Tras esto, indicó que a la joven la esposaron a una silla y que a él lo tiraron al suelo bruscamente para esposarlo. "En ese momento es casi cuando me rompen el hombro", señaló Antonio, que indicó que luego
empezó a recibir golpes. Con todo el jaleo, y tras los gritos de socorro de María -"que se oían hasta en la pescadería" afirmó el joven-, entró Rafael R.C. que les había acompañado al centro comercial y que esperaba fuera de la oficina. Éste señaló que se encontró a Antonio "con dos personas encima y a María tumbada en el suelo con la silla atada" y que al intentar levantarla, "me pusieron las esposas", aunque reconoce que se las quitaron enseguida.
Los guardias de seguridad defienden que actuaron acorde a las circunstancias y que uno de ellos, José M.G., sufrió un cabezazo de Antonio después de subirse a una silla, algo que el joven negó rotundamente.
Tras las testificales, el ministerio fiscal consideró que "ni la actitud de los vigilantes fue tan pulcra ni la de los chavales tan infantil" y rebajó su petición de penas para los vigilantes y para Antonio M.C: de seis meses de prisión a pagar una multa durante 12 meses. Además, retiró las acusaciones que pesaban sobre María A. Z. y sobre Rafael R. C.
Por su parte, la acusación particular pidió para Antonio 21 meses de prisión por el delito de lesiones hacia la persona de José M. G. así como mantuvo las demás peticiones que pesaban sobre él y sobre María A. y Rafael R. Las defensas de los tres jóvenes pidieron la libre absolución de sus patrocinados.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Los hechos juzgados se remontan a noviembre de 2003, cuando tras ser sorprendidos por dos vigilantes de seguridad los jóvenes Antonio M.C.G. y María A.Z. al intentar hurtar dos botellas de whisky de un centro comercial, fueron conducidos a las oficinas de seguridad en donde se produjo una
trifulca. La acusación particular patrocina a uno de los vigilantes involucrados en la misma y que acabó sufriendo un traumatismo en la nariz debido a un supuesto cabezazo de Antonio. Los jóvenes, por su parte, señalan todo lo contrario, afirmando que fueron los vigilantes los que les agredieron.
En su declaración, Antonio, que por entonces contaba con 19 años, señaló que una vez fueron sorprendidos por los vigilantes, éstos ya les mostraban una actitud "despectiva".
Una vez dentro de la oficina de seguridad, los vigilantes les pidieron la documentación. Antonio no la tenía, pero indica que "les facilité mis datos y además les dijimos que pagaríamos las botellas". Tras el anuncio de que se iba a llamar a la policía, los vigilantes indican que Antonio empezó a proferir insultos y a intentar escapar, mientras que el joven señala que eso se debía a las agresiones que estaban sufriendo: "María se estuvo zafando de las agresiones, pero con una manita de niña de 19 años no podía hacerle daño a nadie", afirmó. Tras esto, indicó que a la joven la esposaron a una silla y que a él lo tiraron al suelo bruscamente para esposarlo. "En ese momento es casi cuando me rompen el hombro", señaló Antonio, que indicó que luego
empezó a recibir golpes. Con todo el jaleo, y tras los gritos de socorro de María -"que se oían hasta en la pescadería" afirmó el joven-, entró Rafael R.C. que les había acompañado al centro comercial y que esperaba fuera de la oficina. Éste señaló que se encontró a Antonio "con dos personas encima y a María tumbada en el suelo con la silla atada" y que al intentar levantarla, "me pusieron las esposas", aunque reconoce que se las quitaron enseguida.
Los guardias de seguridad defienden que actuaron acorde a las circunstancias y que uno de ellos, José M.G., sufrió un cabezazo de Antonio después de subirse a una silla, algo que el joven negó rotundamente.
Tras las testificales, el ministerio fiscal consideró que "ni la actitud de los vigilantes fue tan pulcra ni la de los chavales tan infantil" y rebajó su petición de penas para los vigilantes y para Antonio M.C: de seis meses de prisión a pagar una multa durante 12 meses. Además, retiró las acusaciones que pesaban sobre María A. Z. y sobre Rafael R. C.
Por su parte, la acusación particular pidió para Antonio 21 meses de prisión por el delito de lesiones hacia la persona de José M. G. así como mantuvo las demás peticiones que pesaban sobre él y sobre María A. y Rafael R. Las defensas de los tres jóvenes pidieron la libre absolución de sus patrocinados.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Vie 24 Mar 2023 - 17:25 por alma14
» Felices fiestas
Sáb 25 Dic 2021 - 7:00 por alma14
» Excedencia y posterior pedida de la habilitación
Sáb 25 Dic 2021 - 6:57 por alma14
» BAJA
Vie 15 Oct 2021 - 17:51 por Invitado
» Limpieza total
Mar 11 Ago 2020 - 17:45 por cliper91
» Juicio y vacaciones
Lun 10 Ago 2020 - 23:53 por alma14
» Necesito ayuda sobre el tema de requisitos de Escolta Privado
Lun 11 Mayo 2020 - 12:45 por escolta63
» que es un impacto negativo
Lun 11 Mayo 2020 - 12:43 por escolta63
» pregunta temario escolta
Lun 11 Mayo 2020 - 12:39 por escolta63
» Artículo de Alba
Lun 11 Mayo 2020 - 8:52 por alma14
» El TSJC rechaza el despido de dos gerocultoras por negarse a preparar medicación
Mar 25 Feb 2020 - 14:21 por alma14
» Comparativa Sueldos Vigilantes USA vs Alemania vs Francia vs España Por Toni -
Lun 24 Feb 2020 - 11:10 por alma14
» La empresa no puede exigir recuperar los días de asuntos propios
Lun 2 Dic 2019 - 17:05 por alma14
» El despido durante la baja médica ya es despido nulo
Lun 2 Dic 2019 - 16:49 por alma14
» Permiso retribuido en elecciones generales
Dom 3 Nov 2019 - 10:06 por alma14
» Venta de Corsys de Seguridad
Jue 12 Sep 2019 - 13:56 por popazo09
» Vigilantes barcelona
Miér 10 Jul 2019 - 15:34 por Iliess
» Infarto como accidente de trabajo
Mar 9 Jul 2019 - 19:54 por alma14
» convenio 2021
Mar 9 Jul 2019 - 19:46 por errnovato
» Tiempo TIP
Mar 9 Jul 2019 - 19:19 por alma14