Un informe del SUP denuncia la inseguridad de los policías españoles en Senegal

Un informe del SUP denuncia la inseguridad de los policías españoles en Senegal

«Junto con el pesar que me producen los naufragios de Canarias, quisiera decir que nuestros policías y guardias civiles evitan muchos más y salvan muchas vidas». Con estas palabras, Alfredo Pérez Rubalcaba agradecía el pasado jueves en el Senado la labor que hacen los agentes españoles en la lucha contra la inmigración ilegal. Lo que no detalló el ministro del Interior son las difíciles condiciones en las que algunos de los funcionarios destacados en un país tan poco desarrollado como Senegal desempeñan su trabajo. Es el caso de los del Servicio de Medios Aéreos destacados en el país africano.

Frontex

Desde agosto de 2006, y en el contexto del programa europeo de lucha contra la inmigración ilegal (Frontex), hay destacado en suelo senegalés un helicóptero de esta unidad con su correspondiente dotación, un comandante, un piloto y un mecánico. Pese a su efectividad, las condiciones en las que opera no son, sin embargo, las más idóneas. Según un informe del Sindicato Unificado de Policía (SUP) elaborado a partir de datos recabados tras consultar a los agentes que

han ido pasando por este servicio, la misión es deficiente en varios aspectos. Para empezar, el dossier, que será enviado a la dirección del cuerpo, destaca que, en caso de amerizaje en el mar -la mayoría de las misiones son vuelos sobre el mar a 25 o 30 millas náuticas de distancia de la costa-, el rescate sería «muy difícil de realizar, pues Senegal no dispone de helicópteros de salvamento marítimo». Eso, en pleno océano Atlántico, donde las aguas son muy frías, puede costarle la vida a las tripulaciones. A preguntas a este respecto de la Confederación Española de Policía (CEP) el pasado junio, la dirección se limitó a señalar que «existen protocolos internacionales que afectan a todas las aeronaves».

En tierra, los policías carecen de equipos auxiliares y material de apoyo y tienen «serias dificultades» para el mantenimiento diario del helicóptero, pues el hangar en que se guarda el aparato no es el mismo en que se hacen las reparaciones. La tripulación, además, «carece de dependencias fijas. La misma habitación sirve de vestuario, cuarto de descanso de la tripulación y almacén de repuestos». En junio, por necesidades del Ejército senegalés, fueron trasladados a un habitáculo de apenas 12 metros cuadrados en la que no había luz eléctrica.

Tampoco la asistencia sanitaria que reciben los agentes es la más idónea. «Las inyecciones son como las que se realizaban en España en los años 50 o 60, con jeringas de cristal y agujas de uso múltiple». De hecho, muchos de los policías que han pasado por Senegal han sufrido algún tipo de trastorno.